Nueva publicación dentro de la colección de monografías, donde la autora Elizabeth Wilhelmsen realiza un estudio que atañe a la comprensión de San Juan de la Cruz del conocer humano, de la simbolización y la comunicación, a partir, de una lectura exhaustiva de los escritos del santo.

Las obras de Juan de la Cruz reúnen numerosos pasajes tocantes al conocer humano,  tanto ordinario como místico. Este estudio traza el examen que realiza el santo de Fontiveros del conocimiento del místico mediante la Santísima Trinidad Eterna, el Padre sin principio, su único Hijo generado, y el Espíritu Santo quien procede de Ambos.

Este pensador del cinquecento subraya que la condicionalidad es un rasgo fundamental de toda noesis humana, y, pone al descubierto un complejo movimiento existente entre una y otra modalidad de actividad cognitiva. En el apartado quinto, o el antelucano, que atañe a la unión sobrenatural, se sintetiza que las potencias alcanzan un grado inusitado de transformación trinitaria, toda vez que en la unión infusa, éstas participan en los actos de conocimiento y amor de forma eminente, aunque conservando los límites naturales.

En el capítulo sexto se profiere como le es factible a uno proceder ‘creyendo el ser Dios’,  teniendo presente que Éste excede toda conceptualización humana, mientras que los juicios al respecto se ratifican; el santo, por su parte, merced a un discurso pulido, encarece el matiz sobrenatural e infuso de Dios a fin de que nosotros enardezcamos en el amor de Cristo y la inspiración del Espíritu Santo.

Asimismo se explora la expresión literaria, mediante entrambos instrumentos de la prosa y la lírica, de la experiencia supereminente, y por tal motivo, inefable de amor y conocer del místico. Derivando de los textos mismos del santo, se muestra como una comunicación es factible de efectuarse, no obstando las barreras que separan del conocer místico del cotidiano.

El planteamiento saca a relucir como San Juan asimila y aplica doctrinas fundamentales ‘tomasianas’.  Estas se centran en nuestra capacidad de elucidar perfecciones creadas y purificarlas por medio de juicios negativos para formular atribuciones que intrinsicamente no designan o conllevan connotaciones de  limitación, imperfección, y potencialidad.

Así, el santo se torna a utilizar un repertorio de actos reflexivos a fin de forjar sus metáforas líricas, basando, a la par, su simbolismo en correlaciones misteriosas entre los actos infusos de conocer, y aquellos actos intelectivos cotidianos mediados por la sensación.

Con todo, el simbolismo se fundamenta en dos órdenes de conocer, el ordinario y el místico, el principio de así como así, tal como se matiza en los apartados séptimo, octavo y noveno. Mientras que, en éste y el concluyente se aborda el carácter singular de algunos símbolos arquitectónicos, míticos e icónicos que brinda el santo, incluyendo el mismísimo Monte Carmelo, que sirven su elucidación de verdades inmarcesibles.

DESCARGAR ÍNDICE

Pueden adquirir está publicación a través de nuestro catálogo online o dirigiéndose a nuestro servicio de publicaciones  (C/Alcalá 93// Tlf. 91.431.11.22)