Los conflictivos años treinta del pasado siglo coincidieron en nuestro país con un momento de esplendor cultural. La intelectualidad que había defendido públicamente el cambio de régimen impulsó desde las instituciones republicanas una política educativa y cultural muy ambiciosa que pronto rindió sus frutos. En un momento de agudización de la crisis política, la celebración del tricentenario de Lope de Vega generó una intensa actividad cultural en todo el territorio nacional y fuera de nuestras fronteras con escritores, artistas e intelectuales de todas las corrientes ideológicas y estéticas. Estas páginas presentan una visión panorámica de la conmemoración en su marco histórico y cultural.
La asistencia de público a los
numerosos y variados actos conmemorativos y su recepción en los medios de
comunicación ponen en evidencia que, aunque Lope de Vega no yacía olvidado en
los anaqueles de la historia, el tricentenario lo vivificó y lo llevó incluso a
lugares donde, hasta entonces, era desconocido. Sin embargo, en ese ambiente de
extrema polarización, la figura de Lope de Vega fue utilizada por algunos como
estandarte para la defensa de una idea retrógrada y excluyente de España con
actitudes y argumentos que vuelven a estar de actualidad.